Tomás le pregunta a Jesús: ‘¿Cómo podemos saber el camino?’ Jesús les estaba prometiendo un sitio en ‘su casa’. Y aparece la gran propuesta de Jesús: ‘Yo soy el camino…’
No hay otra manera de seguirle, de estar con Él, de ser de los suyos, de llegar a ‘su casa’, de vivir su proyecto que el encuentro, la relación personal, la experiencia de transformación por Él, con Él y en Él. Podemos hacer mil y una cosas, podemos pensar y escribir cada mañana un comentario a su Palabra, podemos guardar silencio o predicar, dar catequesis o cantar… solo y solo si nos encontramos con Él, si vaciamos nuestro corazón para que Él lo ocupe, si dejamos que nos llame, guíe y acompañe… haremos de Él, Camino de nuestra vida.