Virginidad Consagrada (8)
Nuestro alimento y fuerza diaria…
«La flor de la virginidad en la Iglesia de Cristo es siempre fruto de la Eucaristía. Un corazón, abonado y regado por la carne y sangre de Jesús, produce lirios y azucenas»
(Venerable Antonio Amundarain. Seminator octubre. 1946)
(Eucaristía en la Casa de Formación de Griñón. Madrid)