Destacar la valentía de la niña, mártir y santa, que hoy celebramos, es de vital importancia en esta sociedad cada vez más emborronada, sin valores y casi ciega para VER en la virtud de la pureza la pieza clave para guiar en tantos desatinos.
«Hoy se habla mucho de ecología, es decir, de la purificación del ambiente físico donde se desarrolla la vida del hombre: ¿Por qué no preocuparnos también de una ecología moral, donde el hombre pueda vivir como hombre y como hijo de Dios?»
(Pablo VI)