Bendición de la Cena de Nochebuena
Bendice, Señor, nuestra mesa de Nochebuena. Por una noche, al menos, deseamos que el mundo sea una gran familia, sin guerra, sin miseria, sin drogas y sin hambre. Sin refugiados de ningún color. Con algo más de música y alegría y mucha más justicia y solidaridad.
Que nuestra fraternidad, Jesús recién nacido, acoja tu palabra de amor y de perdón. De misericordia y benignidad.
Que vaya siendo la casa de todos. Consérvanos unidos. Danos fuerza y ternura, para ser personas abiertas y justas, que luchen sin cansancios ni desalientos por un mundo donde haya buenos días y muchas noches-buenas, como ésta en que quisiste poner tu tienda entre nosotros.
Tú serás bienvenido, Señor, siempre a esta fraternidad hasta que nos reúnas en la tuya, al final, a todos los hombres y mujeres del mundo, en la alegría inagotable de tu cielo en el gozo crecido de tu reino sin fin. Así sea.