Toma, Jesús un besito
en tu rostro de candor.
Dame tu otro tiernecito
que yo muero de tu amor.
Tus mejillas sonrosadas
y tus labios de arrebol
me predican que me quieres,
que me quieres con ardor. (BIS)
Por tus ojos van saltando
lagrimitas de dolor,
mensajeras que me dicen
que tu lloras por mi amor.
Mi Dios ¡ay! en un pesebre
hecho Niño por mi amor
quien por ti no siente amores
ya no tiene corazón.
A. Amundarain