Fe

28 Nov, 2016 | Ecoimagen

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«Voy yo a curarlo.»

Esta es la disponibilidad de Jesús. No permanece indiferente ante el dolor que nos llena o el sufrimiento que nos aturde. Se hace presente, quiere nuestro bienestar, está dispuesto a llenar nuestro corazón y sanarlo, quiere venir a ‘nuestra casa’ y transformar aquello que nos aturde. Dejémosle sitio, viene, nos habla, se acerca, nos quiere. Quizá nos cueste entenderlo cuando estamos en el centro de la ‘tormenta’ pero pidamos con fe que aquello que nos hace vivir en tristeza lo llene Él de luz, aunque sea pequeña, para que lo vivamos con y en Él.

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