Una pregunta para ti y para mi. ‘¿Cuántos panes tenéis?’ Vamos a comenzar por esto, lo que somos, lo que tenemos, lo que podemos compartir, lo que sabemos, el tiempo que disponemos…
Una vez valorado esto y agradecidos por nuestro privilegio volvemos al origen del problema: los que están solos, con hambre, en descampado, sin papeles y ante muros cerrados infranqueables.
Él sintió compasión, se le movieron las entrañas y ‘no podía dejarlos así’ ¿Vamos a dejarlos nosotros así? ¿Se mueven tus entrañas? ¿Sientes compasión? Dar y darnos para paliar las hambres de este mundo. ¿Parece poco? Él lo multiplicará.