Cuidamos la casa común (17)
Damos la bienvenida al otoño, con sus múltiples colores entre amarillos y ocres.
La belleza de la naturaleza vuelve a regalarnos sus tesoros, que son manifestación del mismo Dios, que nos va enseñando año tras año una sabiduría profunda.
Bendecir la tierra, sus ritmos, sus mensajes… , otro aspecto que nos lleva a cantar salmos de alabanza.
Agradecemos a cada ser humano que es capaz de transmitir sus sensaciones al contemplar la naturaleza.
«El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno» (Xavier Wheel)