Decir tu nombre, MaríaDecir tu nombre, María
Decir tu nombre, María, es decir que la Pobreza compra los ojos de Dios.
Decir tu nombre, María, es decir que la Promesa sabe a leche de mujer.
Decir tu nombre, María, es decir que nuestra carne viste el silencio del Verbo.
Decir tu nombre, María, es decir que el Reino viene caminando con la Historia.
Decir tu nombre, María, es decir junto a la Cruz y en las llamas del Espíritu.
Decir tu nombre, María, es decir que todo nombre puede estar lleno de Gracia.
Decir tu nombre, María, es decir que toda muerte puede ser también Su Pascua.
Decir tu nombre, María, es decirte Toda Suya, Causa de Nuestra Alegría.
P. Casaldáliga