Una nueva bienaventuranza: ‘Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen’ Tú y yo. Muchos otros que hacen de la Palabra guía y reposo para su proyecto de vida. La mayor dicha es escuchar la Palabra y hacerla nuestra, que habite en nosotros, que llene nuestro corazón. ¿Cuál es la recompensa? El acogerla y vivirla es ya la recompensa, colaborar en transformar el mundo, caminar con sentido, saber que Él nos conduce… suficiente guía. Nuestra dicha está en hacerle sitio a Él, que pueda ocupar el centro de nuestro ser.
IMPLÍCAME, COMPLÍCAME
Un muchacho (o podría ser también una chica, o un padre de familia, o una...