Dinámicas para mejorar la fluidez verbal
«Tenemos que salir a hablarle a esta gente de la ciudad a quien vimos en los balcones. Tenemos que salir de nuestra cáscara y decirles que Jesús vive, y que Jesús vive para él, para ella, y decírselo con alegría… aunque uno a veces parezca un poco loco. El mensaje del Evangelio es locura, dice San Pablo. El tiempo de la vida no nos va a alcanzar para entregarnos y anunciar esto que Jesús está restaurando la vida. Tenemos que ir a sembrar esperanza, tenemos que salir a la calle. Tenemos que salir a buscar.
»¿Y nosotros nos vamos a quedar en casa? ¿Nos vamos a quedar en la parroquia, encerrados? ¿Nos vamos a quedar en el chimenterío parroquial, o del colegio, en las internas eclesiales? ¡Cuando toda esta gente nos está esperando! ¡La gente de nuestra ciudad! Una ciudad que tiene reservas religiosas, que tiene reservas culturales, una ciudad preciosa, hermosa, pero que está muy tentada por Satanás. No podemos quedarnos nosotros solos, no podemos quedarnos en la parroquia y en el colegio. ¡Catequista, a la calle! A catequizar, a buscar, a golpear puertas. A golpear corazones».
Papa Francisco, cuando era Arzobispo de Buenos Aires,en carta a sus catequistas, EAC 2000, 11 de marzo de 2000.
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En este artículo recopilamos una serie de seis dinámicas útiles para utilizar en las sesiones de catequesis de postcomunión y en la preparación del sacramento de la Confirmación. Su objetivo fundamental es mejorar la fluidez verbal de los catecúmenos que forman el grupo, dotándoles de herramientas eficientes para proclamar el mensaje evangélico.
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1. El reloj despertador
El grupo se sienta formando un círculo y el animador tira una pelota a uno de los participantes y se voltea; los participantes hacen circular la pelota de mano en mano.
En un momento determinado se hace sonar un pito y, al instante, se detiene el paso de la pelota.
El participante que se quede con ella, debe decir doce nombres con la letra indicada por el animador y así sucesivamente.
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2. La gran pregunta
El director de la dinámica da a cada participante el nombre de una fruta y después responde a la pregunta formulada. Ejemplo:
El directo pregunta: «¿qué te duele?».
Y el aludido responde: «el mango».
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3. Sin quemarse los dedos
Se escoge una letra. Se ponen de acuerdo los participantes si se van a nombrar ciudades, personas, objetos, verbos o simplemente palabras que empiecen con la letra selecciona.
Un participante enciende una cerilla y va diciendo palabras hasta que se apague el fósforo, luego sigue otro.
Se aplaude a aquel que haya dicho el mayor número de palabras sin quemarse.
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4. Ensalada de refranes
Mientras un participante, que va a ser el adivinador de refranes, sale del lugar, los demás escogen un refrán y se reparten las palabras que lo forman.
El participante que haya salido, regresa y pregunta «¿Cuál es el refrán?»
Y todos responden al tiempo diciendo cada uno la palabra que le haya tocado.
El adivinador debe descubrir cuál fue el refrán.
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5. Concurso de canciones
Se forman dos equipos. En un tiempo determinado, uno de ellos debe entonar conjuntamente una canción, que contenga la palabra que el equipo contrario le sugiera.
Tan pronto lo haga, ese equipo sugiere al otro otra palabra para que hagan lo mismo.
Se debe dar un tiempo breve a los equipo para que piense la canción.
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6. Pictogramas
Se forman dos equipos. Cada uno de los participantes escribe en un papel el título de una película, de una canción o de una obra literaria. Se meten todas en un una bolsa.
Se sortea el orden de participación de los jugadores. El primero que le toque, mete la mano en la bolsa y coge un papel al azar. En un pizarrín o en un papel, hace un dibujo que represente el título que ha escogido, para que los demás intenten adivinarlo. El que haya escrito ese título no puede participar.
Se continúa con el resto de participantes. Gana quien más títulos haya adivinado.
Fuente https://catequesiscadizyceuta.wordpress.com/