Resonancias del Evangelio
«Quien siembra en el corazón del hombre es siempre y sólo el Señor. Únicamente después de la siembra abundante y generosa de la Palabra de Dios podemos adentrarnos en los senderos de acompañar y educar, de formar y discernir. Todo ello va unido a esa pequeña semilla,… que realiza eficazmente por sí misma lo que dice y desea»
(Benedicto XVI. 2009)