Dulce nombre de María
¡María!
Tu nombre nos lo dice todo.
Manantial de pureza, que nos inunda y purifica cada vez que alzamos la mirada a Ti.
Nos envuelves, abrigas, y abrazas.
Dichoso quien es capaz de sentirlo así.
«Todo lo hemos recibido de manos de María, desde la gracia más desapercibida hasta la misma persona del Redentor. María es la puerta del cielo«
(Venerable Antonio Amundarain. Lilium 1935)