Nuestra Señora de los Dolores. María está al lado de su Hijo siempre. Rota por dentro, acompañada de su gente, dispuesta a seguir amando al píe de la Cruz. Recibe de Él un último encargo: ‘Ahí tienes a tu hijo’ mirando a Juan, aquel a quien tanto quería. Ella seguirá sufriendo con y por Juan y con él por y con todos nosotros. Traemos hoy a este pequeño comentario a todos lo enfermos, a los que están solos, a los que viven en la calle, a los que no tienen a nadie que les ame, a los que lloran, a los que están atados a una esclavitud, a los que mueren de hambre cada día, los que buscan refugio, los perdidos en el mundo de su interior…. Dolores de este mundo que estaban anunciados en Juan que es acogido por la Madre. Ella no se esconde ante tanto dolor, se acerca a él, consuela, acoge y acompaña, ‘desde aquella hora’ lo recibió en su casa… Nosotros recibimos también desde la Cruz un encargo: ‘Ahí tienes a tu Madre’, como Juan acogemos a esta Madre que sufre y con y como ella queremos acompañar, consolar, acoger, dar apoyo, servir… a todos los que sufren. Buenos días.