ESCALA MUSICAL DE LA CUARESMA
DOblega todo aquello que te produce resentimiento, rencor o maldad.
REcupera la gracia de Dios. La Eucaristía, la confesión sacramental, la contemplación, el silencio, la caridad y la oración te ayudarán.
MIra hacia el cielo con ojos de niño. Asómbrate de lo mucho que DIOS, desde siempre, hace y sigue haciendo por acompañar a la humanidad.
FAvorece a los más débiles. No vivas de espaldas a los sufrimientos de las personas. No es necesario marcharse muy lejos. En tu entorno, y lo sabes muy bien, hay gente necesitada de ti.
SOLivianta a las dificultades y pruebas que te rodean con la luz y la calma del Evangelio. Lee la Palabra del Señor. Acércate a ella con la lupa de tu vida y, en verdad, encontrarás respuestas para cada momento.
LAbra tus entrañas para que, tu interior, sea más acorde con tu vida cristiana. Los acontecimientos del mundo nos endurecen y, de vez en cuando, es necesario utilizar el arado de la fe para removernos por dentro y hacernos más permeables.
SIlabea, con palabras y gestos, lo que dices sentir, creer y profesar: la fe. No escondas lo que eres y, por coherencia, no pongas sordina a tus convicciones religiosas.