Señor, enjuga el llanto,
que surca tus mejillas,
No sirva de venganza
tu triste soledad.
Las hijas del sagrario
postradas de rodillas
cabe tu altar sagrado
imploran tu piedad. (bis)
¿Por qué la triste escena
renuevan del Calvario
y acibarar pretenden
tu Santa caridad?
Perdónalos, ignoran, Señor,
que en el Sagrario
por ellos prisionero
está tu dulce amor. (bis)