Lo más valioso para mí

17 Sep, 2020 | Oración y reflexión

Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella en cambio me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella en cambio desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella en cambio me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo, sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor. ( Lc 7)

AMA

No, no te arrepientas de amar
contra viento y marea,
contra prudencia y cálculo,
contra seguridad y egoísmo.
Como Dios mismo ama.

Si abrazas, no encadenes,
si reprendes, no destruyas.
No escatimes el tiempo,
la ternura o las lágrimas.
No aprisiones los recuerdos,
no embrides las historias.

Con libertad y afecto, ama,
con incertidumbres y compromiso.
Con el corazón en carne viva
y las manos abiertas.
Con la fecundidad de quien
engendra esperanza
en silencios, canciones y versos.

Aunque tu amor sea imperfecto, ama.
Es mejor intentarlo
que endurecer la entrañable
para no amargarlo todo.

J. M. R. Olaizola sj.

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