María Auxiliadora
El Papa Pío VII instituyó la fiesta de María Auxiliadora, en memoria de su retorno a Roma después de haber sido encarcelado en el Palacio de Fontainebleau por Napoleón Bonaparte.
En esta advocación de nuestra Madre, que celebramos hoy, la sentimos como la mejor «salvavidas» en este mundo tan tambaleado por las guerras y toda clase de dolor humano.
Que Ella nos traspase con su amor de Madre, dándonos su consuelo tan necesario:
– Enjugadora de lágrimas, ruega con nosotros.
– Abrazo de Madre, ruega por nosotros.
– Consuelo y refugio, ruega por nosotros
Felicidades a toda la familia salesiana