El 8 de diciembre es la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Durante los nueve días anteriores debemos prepararnos con ilusión para celebrar esta fiesta tan grande.
En estos días es muy importante que nos acordemos de nuestra Madre y la tratemos más, para aprender a imitarla mejor. Nos gusta ofrecerle cada día un regalo que sabemos que le puede agradar.