Navidad del Señor
Os deseamos a todos una alegre Navidad, porque así es la llegada y el abrazo de Dios a toda humanidad y a cada uno de nosotros.
Y de esa dicha es como nos brotará ser evangelizadores, solidarios y portadores de paz.
«La Navidad, misterio de alegría… Alegría, incluso estando lejos de casa, la pobreza del pesebre, la indiferencia del pueblo, la hostilidad del poder. Misterio de alegría a pesar de todo, porque «hoy os ha nacido, en la ciudad de David, un salvador» (Lc 2, 11). De este mismo gozo participa la Iglesia, inundada hoy por la luz del Hijo de Dios: las tinieblas jamás podrán apagarla. Es la gloria del Verbo eterno, que, por amor, se ha hecho uno de los nuestros»
(San Juan Pablo II. 25-12-02)