Consuelo

25 Ago, 2020 | Oración y reflexión

Así, pues, hermanos, manteneos firmes
y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros,
de viva voz o por carta.

Que Jesucristo nuestro Señor
y Dios nuestro Padre
–que nos ha amado tanto
y nos ha regalado un consuelo permanente
y una gran esperanza–
os consuele internamente y os dé fuerza
para toda clase de palabras y de obras buenas.
(2 Ts)

Que forjen puentes y no muros,
las palabras.
Que hablen de amor y alejen miedos.
Que acaricien, al traernos
el mensaje deseado.
Que den calor en el frío,
que disipen el vacío
y abran paso a los encuentros.
Veredictos de justicia
que ha de oír el maltratado;
cantos de paz y concordia
que amansarán al guerrero;
de esperanza en la tiniebla;
de libertad para el preso;
voces que aplaquen el llanto
que a veces llevamos dentro,
ecos de aquella Palabra
que envuelve el tiempo.

(José María R. Olaizola, sj)

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