Obediencia Consagrada (21)
Casi terminando el mes dedicado a nuestra Madre, maestra y ejemplo fiel de la obediencia, nos detenemos en un aspecto central, en su corazón.
Un corazón obediente es un corazón pobre, es un corazón que reconoce que solo en Dios está su roca, su firmeza, su certeza, el futuro, el presente y también el pasado.
María nos invita a RENOVAR NUESTRO CORAZÓN CREYENTES EN LA OBEDIENCIA.
¡Gracias Madre!