Obediencia Consagrada (3)
El verdadero cimiento de este voto es el mismo Jesús. En Él se encuentra todo el «programa», descrito y detallado desde la verdad de su vida, su relación con el Padre, su libertad… su amor.
«Lo que da su verdadero valor y su último sentido a la obediencia -de un modo especial en la vida consagrada- no es la ‘renuncia a la propia voluntad’, que no pasaría de ser un ejercicio ascético, sino el hecho de ser una adhesión libre e incondicional -por amor- a la voluntad de Dios. Jesús mismo vive su misterio de obediencia como expresión concreta… Su obediencia nace de su amor y es esencialmente amor».
(Severino Mª Alonso cmf. 2008)