Obediencia Consagrada (9)
Solo el amor es la raíz de todas las virtudes, y opciones radicales para la vida consagrada.
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos (Jn 14, 15).
Por esto es por lo que quiero obedecerte a Ti y obedecer a tu Iglesia, Señor… sino principalmente, porque quiero amarte, y demostrarte mi amor. Y también porque estoy convencido de que tus mandamientos proceden del amor y me hacen libre»
(Cormac Burke, Autoridad y libertad en la Iglesia)