El Espíritu es guía, viene de Él, nos protege, es de la Verdad. Quitemos la sensación de ir perdidos, dando tumbos… pongámonos en sus manos y abramos nuestro corazón a sus propuestas.
Es del Señor a quien nos va a mostrar huellas, señales, palabras… y serán Verdad. Certezas donde apoyarnos, momentos especiales desde los que cambiar el corazón tras sentirle cerca. Dejarse guiar por el Espíritu es caminar en Verdad, con la certeza de estar siguiendo a Jesús y perder los miedos a perderle, a perdernos. Estamos protegidos por Él, nos ama tanto que debemos vencer los miedos al fracaso, a la perdida, a la intemperie, a ser pequeños