Pinceladas del Papa Francisco (agosto 2013)

3 Ago, 2013 | Documentos eclesiales

Viernes 2 agosto 2013

“Respeto” significa una actitud de amabilidad hacia las personas para las que nutrimos consideración y estima. “Mutuo” significa que no se trata de un proceso unidireccional, sino de algo que es compartido por ambas partes.

Domingo 4 agosto 2013

Queridos hermanos y hermanas la verdadera riqueza es el amor de Dios, compartido con los hermanos. Aquel amor que viene de Dios y hace que nosotros lo compartamos con nosotros; y nos ayudemos entre nosotros. El que hace la experiencia no teme la muerte y recibe la paz del corazón.

7 agosto San Cayetano

Entrañables palabras

11 de agosto

Quien siembra el amor en nuestro corazón es Dios. El amor de Dios es el que da sentido a los pequeños compromisos cotidianos y también ayuda a afrontar las grandes pruebas. Este es el verdadero tesoro del hombre. Ir adelante en la vida con amor, con aquel amor que el Señor ha sembrado en el corazón.

Pero el amor de Dios ¿Qué es? No es algo vago, un sentimiento genérico; el amor de Dios tiene un nombre y un rostro: Jesucristo. ¡Jesús! El amor de Dios se manifiesta en Jesús porque nosotros no podemos amar el aire, el todo. No se puede. Amamos personas. Y la persona a la que amamos es Jesús, el don del Padre entre nosotros. Es un amor que da valor y belleza a todo el resto. Es un amor que da fuerza a la familia, al trabajo, al estudio, a la amistad, al arte, a toda actividad humana. Y también da sentido a las experiencias negativas, porque nos permite ir más allá de estas experiencias, más allá, de no quedar prisioneros del mal, sino que nos hace pasar más allá, nos abre siempre a la esperanza. El amor de Dios, en Jesús, siempre nos abre a la esperanza, a aquel horizonte de esperanza, al horizonte final de nuestra peregrinación. De esta manera también las fatigas y las caídas encuentran un sentido, también nuestros pecados encuentran un sentido en el amor de Dios; porque este amor de Dios en Jesús nos perdona siempre. Nos ama tanto que nos perdona siempre.

25 agosto 2013

Quisiera decir con fuerza: no tengamos miedo de atravesar la puerta de la fe en Jesús, de dejarlo entrar cada vez más en nuestra vida, de salir de nuestros egoísmos, de nuestras cerrazones, de nuestras indiferencias hacia los demás.

Porque Jesús ilumina nuestra vida con una luz que no se apaga jamás. No es un fuego artificial, un flash, no, es una luz tranquila, que dura siempre. Y que nos da paz. Así es la luz que encontramos si entramos por la puerta de Jesús.

Ciertamente la de Jesús es una puerta estrecha, no porque es una sala de tortura, no por eso. Sino porque nos pide abrir nuestro corazón a Él, reconocernos pecadores, necesitados de su salvación, de su perdón, de su amor, de tener la humildad de acoger su misericordia y hacernos renovar por Él.

Jesús en el Evangelio nos dice que el ser cristianos no es tener una “etiqueta”. Y yo les pregunto a ustedes: ¿Ustedes son cristianos de etiqueta o de verdad? Eh esa se responde dentro. No cristianos, jamás cristianos de etiqueta, cristianos de verdad, de corazón. Ser cristianos es vivir y testimoniar la fe en la oración, en las obras de caridad, en promover la justicia, en realizar el bien.

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Es probable que desde la promulgación de la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI en 1968, ningún otro documento emanado por la Santa Sede haya tenido tanto revuelo como el que está teniendo la Declaración Fiducia Supplicans (FS) del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Para comprender la hondura y los alcances de este documento hemos contado en el Centro Suárez con la presencia de Serafín Béjar Bacas, sacerdote de la Archidiócesis de Granada y catedrático de Teología de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola.