Pobreza Consagrada (7)
El barro, ese material tan sencillo y dúctil, nos enseña otro perfil de la pobreza consagrada.
Es en manos del alfarero, y dejándose moldear cuando adquiere sentido su «sin forma», para que aparezca «la forma»: su utilidad.
La luminosidad de la entrega, darse, dejándose hacer, para ser para el otro.