«Si alguna vez se te ocurre ponerte sobre una mesa en forma de pan partido, atente a las consecuencias. Ser Pan no es un oficio de gran prestigio ni fama es un asunto tan simple como el perfume del agua… Ser pan es contentarse con ser lo más pequeño, que basten dos o tres letras para tu nombre completo. Ser pan es disponerse a ser para cualquiera más nunca para ti mismo ni para quienes tú quieras…
El pan te ama en silencio y siempre deja su aroma en quien lo rompa y reparta, en quien lo muerda y lo coma. Ser pan es darse de prisa porque un pan que se guarda pierde sabor y frescura y se le endurece el alma… Ser pan es entregarse sin muros ni defensas y ser bocado y sustento de un hambriento cualquiera… Ser Pan es repartirse para extender la vida es ser grano triturado y harina que resucita…» P. Luis Chacón