Queridos jóvenes, seré feliz viéndolos correr más rápido que los lentos y temerosos. Corran « atraídos por ese Rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu Santo los empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su fe. ¡Nos hacen falta! Y cuando lleguen donde nosotros todavía no hemos llegado, tengan paciencia para esperarnos ».
Christus Vivit 299
¿Qué es para ti la Alianza? D. Enrique Conde Vara
Hoy compartimos el testimonio de D. Enrique Conde, Vicario judicial de la...