“Un llamado a atreverse a mantener vivo un sueño en común (…). Ese sueño por el que Jesús dio la vida en cruz y el Espíritu Santo se desparramó y tatuó a fuego el día de Pentecostés en el corazón de cada hombre y cada mujer, en el tuyo y en el mío, a la espera de que encuentre espacio para crecer y desarrollarse”…
“¿Creés en este amor? ¿Es un amor que vale la pena? ¡No tengan miedo de ese amor que gasta la vida!”.