En ese mensaje el Santo Padre lanzaba el desafío de poner las nuevas tecnologías al servicio de la Palabra. Y exhotaba a los sacerdotes a:

1. Dar a conocer la vida de la Iglesia mediante estos modernos medios de comunicación, y ayudar a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo.

2. Poner de manifiesto que la solicitud amorosa de Dios por nosotros no es algo del pasado,

3. Mostrar a las personas de nuestro tiempo y a la humanidad desorientada de hoy que «Dios está cerca; que en Cristo todos nos pertenecemos mutuamente»

4. Allanar el camino hacia nuevos encuentros asegurando siempre la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus auténticas necesidades espirituales. .

5. Y ofrecer a quienes viven éste nuestro tiempo «digital» los signos necesarios para reconocer al Señor; darles la oportunidad de educarse para la espera y la esperanza, y de acercarse a la Palabra de Dios que salva y favorece el desarrollo humano integral.

De esta manera: “La Palabra podrá así navegar mar adentro hacia las numerosas encrucijadas que crea la tupida red de autopistas del ciberespacio, y afirmar el derecho de ciudadanía de Dios en cada época, para que Él pueda avanzar a través de las nuevas formas de comunicación por las calles de las ciudades y detenerse ante los umbrales de las casas y de los corazones y decir de nuevo: «Estoy a la puerta llamando. Si alguien oye y me abre, entraré y cenaremos juntos» (Ap 3, 20).

Por último el Santo Padre afirmaba que una pastoral en el mundo digital está llamada a tener en cuenta también a quienes no creen y desconfían, pero que llevan en el corazón los deseos de absoluto y de verdades perennes, pues esos medios permiten entrar en contacto con creyentes de cualquier religión, con no creyentes y con personas de todas las culturas. Así como el profeta Isaías llegó a imaginar una casa de oración para todos los pueblos (cf. Is 56,7), quizá sea posible imaginar que podamos abrir en la red un espacio –como el «patio de los gentiles» del Templo de Jerusalén– también a aquéllos para quienes Dios sigue siendo un desconocido.”

Desde esta WEB, pretendemos contribuir, de alguna manera, en esta apasionante misión de evangelizar el continente digital.