Sonríe, no llores

20 Abr, 2017 | Ecoimagen

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María Magdalena al escuchar su nombre en boca del Señor resucitado descubre que algo nuevo está comenzando. La relación con María Magdalena fue personal, y al escuchar su nombre ella reconoce. No podemos delegar en ritos, cumplimientos, nombres, fechas, eventos sociales… la relación con Él.

Nos quiere y nos llama por nuestro nombre… hay que sentirse así de cercanos a Él, así de amigos, así de importantes para Él. Dejaremos las tristezas, los miedos y… saldremos a anunciarle. Ya no será solo el Maestro, para nosotros será el Señor, al que hemos visto, con el que tenemos una relación especial, en el que confiamos, el que es fuente de nuestra alegría.

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