Trigo y cizaña

27 Jul, 2024 | Servir la Palabra

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?.
Él les dijo:
Un enemigo lo ha hecho??.
Los criados le preguntan:
¿Quieres que vayamos a arrancarla??.
Pero él les respondió:
No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero».
(Mt 13)

TRIGO Y CIZAÑA
Juntos crecen el trigo y la cizaña,
porque así es la vida en esta tierra:
La soberbia baila con la humildad,
el egoísmo y la generosidad conviven
en extraño abrazo,
la razón y la sinrazón discuten
sobre lo humano y lo divino,
sabiduría y necedad
comparten melodías,
víctima y verdugo se sientan
en el mismo banco,
la intransigencia de unos
y la tolerancia de otros
miden con distinto rasero
las mismas historias.
En un solo cofre se guardan
puñales y versos,
recuerdos y desmemorias,
rencores y afectos.

Dios, que es bueno,
hace salir el sol
sobre justos e injustos.

El mundo es así,
enredado, discordante, complejo.
Pero no es este
el tiempo de los veredictos,
sino el de las oportunidades.

(José María R. Olaizola, sj)

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