Virginidad Consagrada (11)
Una azucena, imagen clásica, un símbolo universal que habla por si sola;
que transmite la frescura y la pureza que en el fondo de nuestro ser deseamos.
Valor eterno, llamada, clave para arriesgad@s
¿Entendemos el mensaje?
«La santa virginidad y la castidad perfecta, consagrada al servicio divino, se cuentan sin duda entre los tesoros más preciosos dejados como en herencia a la Iglesia por su Fundador»
(Sacra Virginitas. Pío XII)