XVIII JORNADAS FORMACIÓN DE FORMADORES: El discernimiento

3 May, 2014 | Institutos Seculares, Noticias y comunicaciones IISS

CRONICA DEL ENCUENTRO

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XXVIII Jornadas “Formación de Formadores”
2014 CEDIS

En Madrid, del día 2 al 4 de mayo de 2014, los Institutos Seculares hemos celebrado las XXVIII Jornadas de “Formación de Formadores” organizadas por la Comisión de Formación de CEDIS. Estamos dentro del bienio dedicado al discernimiento y los objetivos marcados por la Comisión para estos años son:
• Formarnos para aportar a las personas que servimos la capacidad de vivir desde el discernimiento.
• El discernimiento tiene como objetivo buscar la voluntad de Dios concreta en mi vida en una circunstancia determinada.
• Para los miembros de los Institutos Seculares es vital vivir desde el discernimiento

Este curso el tema elegido ha sido El discernimiento personal. Herramientas para la formación. Hemos participado veintinueve personas y nueve Institutos.

Después de la acogida, saludos, abrazos… M. Carmen Ontiveros nos dio la bienvenida e hizo la presentación de las XXVIII Jornadas. Y pasó a presentarnos el documento Iglesia particular y vida consagrada publicado por la CEE en abril de 2013. Esto dio pie para un primer trabajo en grupos sobre los cauces operativos que se derivaban del documento y la experiencia que vivíamos cada una desde nuestros Institutos y los lugares donde estamos insertas.

Concluimos con la puesta en común que nos enriqueció y aportó luces. Con la oración de Vísperas terminamos la primera tarde de trabajo. Después de cenar nos informaron de todos los proyectos que la Cátedra de los Institutos Seculares está organizando para los años próximos. Fue un programa ilusionante donde todas nos sentimos implicadas y con grandes deseos de llevarlo hacia adelante.

El día 3, sábado, el “plato” fuerte de las Jornadas se hizo presente. Abordamos el tema “El Discernimiento Personal” y el P. Francisco José Ruiz Pérez, Sacerdote Jesuita, Provincial de España fue el ponente. El tema lo estructuró en cuatro pasos. La exposición de cada paso fue seguida de un trabajo personal sobre el mismo:

Primer paso: El modo de discernir de Dios, es decir, su modo de hacer salvación en la historia. Nos presentó cuatro Iconos que aparecen en la Sagrada Escritura y extrajo dos conclusiones:
1. La extraña lógica interna de la historia de salvación: elección injustificada, pequeñez frente a la grandeza, la extraña fertilidad de la esterilidad, la gloria divina envuelta de perfume a madera…
2. Los dos movimientos divinos de decisión: hacia abajo, hacia el otro

Segundo paso: Cómo podríamos nosotras discernir como lo hace Dios. Para lo cual expuso dos experiencias modelos extraídas también de la Sagrada Escritura: Moisés y Jesús. A partir de ellas aparecieron tres claves para el discernimiento:
1. Dejarnos impactar, ex-ponernos, dejarnos tocar… por la realidad. No blindar el corazón.
2. Mirar la realidad desde Dios. Colocarnos ante lo que está sucediendo con Dios.
3. No condenar inmediatamente la realidad. Hacer un ejercicio continuo de escucha dejando el espacio suficiente y necesario entre esa escucha y el juicio.

Tercer paso: Condiciones de posibilidad adecuadas para elegir bien. El desde dónde elegimos es tan importante como el qué. Por eso, se hace imprescindible la mirada a nuestro propio corazón; es necesaria una visita a nuestra afectividad. Si nuestros afectos están desordenados desfigurarán la realidad. Tomar conciencia de la alienación de nuestro corazón interesado, la persona inconsciente de esto es peligrosa porque no se sabe si responde a Dios o a su afecto desordenado. A pesar de todo, el discernimiento es posible.

Cuarto paso: Las estructuras grupales y el servicio de la autoridad. Nuestros procesos de discernimiento no se pueden separar de la estructura de nuestro Instituto y de las funciones de diferentes personas, especialmente, de quien ostenta el servicio de la autoridad. En el proceso de discernimiento hay que tomar decisiones y la autoridad tiene un papel fundamental en ello. ¿Cómo ejercemos el liderazgo para que se pueda elegir bien en el proceso de discernimiento? Y como siempre es el propio Jesús, con la manera de ejercer su autoridad, quien nos da luces para ello.

En el corazón de esta intensa y completa jornada nos visitó Lidia, la Presidenta de CEDIS, la cual nos animó y alentó en estas Jornadas y en la tarea que llevamos entre manos cada una.

El domingo aterrizamos este material desbordante, poniendo en común las herramientas que cada Instituto utiliza para el discernimiento en las diferentes etapas formativas. Fue un momento muy importante del encuentro. Escucharnos nos ayudó a todas porque supuso un rico compartir en el que nos beneficiamos y se nos ocurrieron nuevas ideas para ponerlas en práctica.

Una vez más, como los discípulos de Emaús, salimos del fin de semana con el corazón caldeado. No estamos solas. En el camino nos encontramos con otras discípulas y discípulos que transitan por la misma vía de la secularidad consagrada y, sobre todo, nos encontramos con Jesús Resucitado que camina con nosotras y parte para nosotras su Pan.

Mª Carmen Martín Gavillero
I.S.Vita et Pax

El Provincial de los Jesuitas de España P. Francisco José Ruiz Pérez
nos ayuda a la reflexión sobre el tema.

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Somos un grupo de 30 participantes miembros de Institutos Seculares. Respiramos aires de comunión.

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El sábado recibimos la visita de Lidia Presidenta de CEDIS.

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Es bueno caer en la cuenta de que el discernimiento solo no basta para orientar nuestra vida. Requerimos de la oración. El discernimiento puede irnos señalando qué aspectos necesitamos actualizar con nueva inspiración, y en qué materias o asuntos requiero más meditación. Pero no hay que olvidar que el discernimiento y la oración nos deben llevar finalmente a la toma de decisiones que se orientan a nuestra conversión constante. Podemos tener una gran claridad en nuestro discernimiento sobre lo que Dios me pide, pero podemos ser negligentes o cobardes a la hora de tomar las decisiones que el discernimiento nos pide.

El discernimiento no sólo se hace para prevenir desviaciones, sino que hay que mirarlo como algo más creativo que nos abre a nuevas relaciones con el Señor y con nuestros hermanos. Hay que hacerlo con el gusto de que buscamos otra orientación para algo mayor, caminando cada quien a su ritmo y de forma muy personal.

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